Abrazados a la desnudez de los deseos,
nos cubrimos cada instante de piel, serenamente;
y callamos, para saborear el tacto del calor
y la suavidad de nuestro amor.
El tiempo hace rato que duerme…
Nos reflejamos en cada caricia,
resiguiendo los límites con dedos expertos;
y alisamos la seda y el terciopelo, suavemente.
No ambicionamos ya el Paraiso,
pues tan excelsa es la entrega
que prescindimos de nuestros sexos.
Y acunados por melodias de Ninfas,
entre suaves escalofrios, nos dormimos
sintiéndonos deseados.
La felicidad nos arropa en sábanas calientes…
Y nos soñamos toda la noche.
Una aterciopelada sábana que mece los sentidos al leerte, y es que no hay sábana más cálida que la del abrazo del amor.
ResponEliminaUn beso.
Es maquíssim Joan.
ResponEliminaTot ell respira dolçor, amor. sentiment i placidesa.
M'agradat molt.
Gemma
Belleza, dulzura, amor y calidez en tus letras.
ResponEliminaNada tan abrigador y de tanto alivio para el alma como un abrazo.
Abrazos.
quan la vida ens ofrena els seus fruits més dolços..., cal que els assaborim intensament per tal que el nèctar ens impregni fins més enllàde la vida..i de la mort: FELICITAAAAATS!!!
ResponEliminaAixò exactament és l'amor!
ResponEliminaQue bo quan el sentim, tot i que no escalfa i assedega com el sol a l'estiu, és el suau sol del matí i de la primavera. Plaer de déus.
Vicent